Sentir, pensar rápido, es previo al raciocinio, pero no por ello primitivo, después de todo el fin del raciocinio es sentir, pensar rápido; integrar la solución hasta su aplicación autónoma y permanente; se hace necesario engranar la razón con el instinto para hacer girar la rueda de la adaptación.
Avanzar en esta dirección implica el desarrollo de mejoras adaptativas.
Las mejoras adaptativas son aquellas que pasan a formar parte de un esquema que no persiste o se extingue por la buena o mala gestión que un organismo o entidad pueda hacer de ellos, sino que existen porque responden a un marco amplio y complejo que valida su eficacia y al mismo tiempo la resguarda. Son las leyes naturales quienes abogan por su verdad y por su justicia.
Existe un estado de saturación de la cultura debido a que el conocimiento, que a estas alturas tenemos del mundo, está tan desarrollado que los conceptos que lo conforman son muy pesados y llevan al límite el poder de la memoria RAM de la que la humanidad dispone.
Se hace necesario “vaciar” esta memoria RAM para volver a tener poder de cómputo. Este “vaciado” será en realidad una transcripción del conocimiento, una compilación cuyo objeto es el de dar autonomía a ciertas funciones de la cultura, lo que nos permitirá disfrutar de sus ventajas y lograr el espacio necesario para continuar desarrollándola con éxito.